La falta de ventiladores y mascarillas podrían determinar la suerte de miles de contagiados con el virus a través del estado y la ciudad
NUEVA YORK.- Tanto el gobernador del estado, Andrew Cuomo como el alcalde de la ciudad de Nueva York, Bill de Blasio se vieron abrumados por el desborde de infectados con coronavirus y casi simultáneamente clamaron este domingo por “más ayuda federal urgente”.
La declaración de ambos en ese sentido dejó en evidencia que la Declaración de Desastre Mayor para Nueva York, emitida la víspera por la administración Trump fue insuficiente o por lo menos no llega con la celeridad que exige la ola de contagios desatada en el estado y la ciudad de Nueva York, declarados ya como “epicentro de la pandemia” en el país.
El estado de Nueva York registraba unos 15,168 contagios, lo que representa, dijo Cuomo, 15 veces más casos que otros estados. De este total, 9,045 corresponden a la ciudad de Nueva York. Se cuentan 114 fallecimientos.
El Gobierno federal apeló por primera vez en la historia a la Ley Stafford, para combatir una emergencia de salud, ya que originalmente se la usa en respuesta a desastres naturales. La legislación permitirá a la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) disponer recursos a los gobiernos estatales y locales.
El gobernador Cuomo planteó al Gobierno federal “nacionalizar de inmediato” las empresas que fabrican equipo médico, y que lo distribuya según las necesidades de los estados, además de hacerse cargo del envío de fondos en la lucha contra el avance del coronavirus.
El gobernador recordó que el presidente Trump tiene la potestad de recurrir a la Ley de Producción de Defensa para nacionalizar la producción de mascarillas, ventiladores y ropa para personal sanitario.
La vida de muchos depende de ventiladores
Entre tanto, el alcalde Bill de Blasio pidió la movilización del ejército porque tiene “un extraordinario poder médico y de organización”. De Blasio anticipó que el número de muertes subirá irremediablemente ante la falta de ventiladores.
“Se debe dar prioridad a los fondos porque necesitamos equipo médico ahora”, subrayó el alcalde.
Cuomo justificó su pedido de nacionalizar la producción y distribución del equipo médico por el aumento desmedido de los precios y citó como ejemplo las mascarillas, que de 85 centavos la pieza ahora se venden a 7 dólares cada una, y de los ventiladores, indispensables en las unidades decuidado intensivo, aumentó de $16,000 a $40,000 cada uno.
Insistió en que cuando la situación está por encima de la capacidad del estado, es entonces cuando el Gobierno federal “debe nacionalizar la adquisición de equipo médico ya que tiene la capacidad de hacerlo a través de la Ley de Producción de Defensa y hacerse cargo de su distribución”.
Equipamiento urgente
Nueva York necesita 30.000 ventiladores para las unidades de cuidado intensivo para pacientes del contagiados con el COVID-19. Los responsables de la emergencia pronostican que Nueva York necesitará 37.000 unidades de cuidado intensivo, actualmente sólo cuenta con 13.000.
“Esta es una situación imposible de manejar”, aseguró Cuomo durante una conferencia de prensa en la que dijo además que aumentarán de 53.000 a 110.000 las camas para afrontar la emergencia. El gobernador coincidió con De Blasio, que si el Gobierno federal no interviene costará más vidas.
Hospitales de contingencia
Como parte del plan de abrir más plazas hospitalarias, Cuomo aprobó la instalación por parte del Cuerpo de Ingenieros del Ejército, de cuatro hospitales, dos de ellos en centros de convenciones, los mismos que estarán operando desde este lunes.
Los hospitales serán acondicionados en las residencias de estudiantes de dos campus de la Universidad pública del Estado (SUNY) y los centros de convenciones Javits, en Manhattan, y el de Westchester, al norte de la ciudad. También han identificado un antiguo centro de rehabilitación en el condado de Brooklyn con capacidad para 600 camas.